En los tiempos actuales, en que hay una tendencia marcada a la desintegración, y cuando da la impresión de que la mayoría de los individuos, familias, naciones y gobernantes han entrado en una tónica de confusión y de pérdida global de objetivos confluyentes, cuando parece que empiezan a prevalecer las fuerzas de la destrucción, luego de todos los esfuerzos vanos para organizarse y salir adelante por parte de las personas y de la sociedad, entonces, aquella energía mágica que regula las leyes del universo, cuando ya se van cumpliendo ciertos ciclos necesarios, consigue brindar al entendimiento humano ciertas pautas que le permitirán, de una manera más efectiva, intervenir y equilibrar muchos de los desbalances dolorosos aún existentes. Y esta vez lo hace a través de varios flancos, respondiendo al clamor de los anhelos más profundos de los seres vivientes, brindando una respuesta que viene desde el infinito y que debe retornar fluidamente hacia allá mismo. Para abordar más ilustrativamente el tema descrito, en esta novela se describen ciertas situaciones de la vida real que ejemplifican y proporcionan una comprensión más didáctica de lo que se expone. Se enfocan, con énfasis, aquellas invitaciones permanentes a los corazones de las personas, para que intenten vivir acordes a las leyes de la armonía y del amor universal; se describen los impedimentos que procuran bloquear que esto suceda, presionando a los mortales para que retrocedan, tropiecen y golpeen a sus semejantes. El autor percibe un patrón de conducta repetitivo dentro de todo lo que significa el error humano. Como consecuencia de este hallazgo, expone los elementos de juicio para que los lectores, y quienes tengan la capacidad de reflexionar en los planteamientos descritos, puedan adquirir una consciencia adicional, que posteriormente podrá llevarles hacia un planteamiento más integral, el mismo que permitirá encontrar los antídotos ante el sufrimiento y el caos imperante. Se pone un especial cuidado en describir aquellos atajos sin salida a los que eventualmente arribamos todos los humanos, destino que es señalado por las personas de corazones sordos, en su obstinación por no escuchar.
En esta novela se narran varias situaciones en las cuales los protagonistas, cuando logran entender las causas primordiales del mal que les aqueja, finalmente empiezan a tomar las precauciones para que aquel fenómeno que causa daño propio y ajeno no se siga repitiendo. Y, de hecho, gran parte de la solución se basa en incrementar los niveles de consciencia, empatía y solidaridad, inyectando en el corazón de las personas la mayor dosis posible de compasión. Juan Elías Algazi, como se llama el protagonista principal de la obra, quien tiene una formación en ingeniería y luego en psicología, a la cual suma un vasto número de experiencias peculiares que le suceden a lo largo de su vida, logra diseñar, luego de muchos años de preparación específica en el campo de las mediciones, el denominado Test del Alma. Este es un instrumento novedoso que intenta alertar a la consciencia más profunda acerca del verdadero estado en que se halla cada individuo, permitiéndole conocerse mejor a sí mismo, más allá de la subjetividad de autoanálisis sesgados por la influencia contaminante del ego, facilitando, de esta manera, el poder vislumbrar de manera clara y objetiva su verdadera situación interior, el verdadero estado espiritual en el cual se hallan. Dado que el enfoque de la novela es también futurista, se narra proyectivamente lo que aparecerá, de manera simultánea, como consecuencia del desarrollo del Test del Alma. Mediante todo lo que se describe se llega a comprender que la sumatoria de los mejoramientos individuales, junto al perfeccionamiento masivo de las familias y de toda la sociedad, conseguirán que cada sujeto, grupo, nación y toda la sociedad en su conjunto, se compongan y mejoren. El autor concibe que estos ingredientes de cambio no llegarán tan solo por el propio esfuerzo, por las exploraciones del interior y por las luchas contras las fuerzas destructivas. Plantea que nada puede lograrse si no se logra una sintonización con la Gran Energía Inicial; aquella que, ya comprendida más allá de los confines del tiempo y filtrada a través de los canales del amor, llega a ser percibida como una unidad indivisible, en la que confluyen origen y fin, atravesando los caminos del bien y del mal. El autor expone y presenta a estas Gotas de Agua Viva como todo este aprendizaje y cura que llega por la misma sinergia entre lo espiritual y lo terreno. Son ingredientes de un método realista y viable que facilita y agilita los procesos de transformación que se dan para que los diferentes ciclos de la creación y de la evolución puedan culminar, generando una mutación, en una época que se avecina con cambios severos y cruciales.
Por último, el autor pretende explicar cómo, al ampliar este proceso de cambio individual hacia un colectivo mucho más grande, hacia la esencia de todas las metas sistémicas, que pretenden encontrar soluciones globales de bienestar, se puede llegar a conseguir el verdadero progreso. Presenta como imposible que se pueda conseguir el desarrollo de la sociedad y el aumento de los niveles de felicidad, si no existe una renovación en el sentir individual y un incremento del autoconocimiento. Más adelante, el mismo protagonista demostrará de qué manera, incluso las mismas leyes económicas pueden variar notoriamente, en una proporción altamente significativa, como efecto de los cambios en la actitud de las personas y como derivación del aumento de la fuerza espiritual colectiva aglutinada, que no necesariamente coincide con el incremento de la religiosidad, ni de las prácticas piadosas.